Todo perfecto para el disfrute y el descanso

Se alojó en marzo de 2025

La ubicación, la casa, el personal....

Se alojó en diciembre de 2024

Tanto el trato de la familia como la casa y el valle donde está ubicada. Gracias por todo,repetiremos pronto.

Se alojó en noviembre de 2024

Todo perfecto!

Alojamiento en medio de la nada, agradable con buenas vistas. Descanso absoluto. Camas muy cómodas y buen servicio

Se alojó en octubre de 2024

Tenerme que ir tan pronto.

Excelente la Atención de Luis, el Anfitrión, la Casa es fantastica, el lugar es increible, la paz y la tranquilidad no tienen precio. Altamente recomendable para gentes que no estén buscando hacer colas para todo (comer, museos, atracciones. . ), que estén dispuestos a estar en soledad, acompañados de la naturaleza en toda su magnitud. Es realmente Genial.

Se alojó en septiembre de 2024

Habitación muy limpio, camas cómodas. Vistas a naturaleza

Se alojó en agosto de 2024

Nada en especial. Era exactamente lo que íbamos buscando para (re)conectar con la naturaleza.

Unas instalaciones fantásticas gestionadas por un gran anfitrión en un paraje ideal para la desconexión.

Se alojó en agosto de 2024

No hay cobertura y la WiFi iba y venía constantemente.

La ubicación es única. Es un hotel rural aislado y con unas vistas increíbles. El apartamento tenía de todo y era muy cómodo. Al ser pequeño, no hay excesiva gente y se respira tranquilidad.

Se alojó en agosto de 2024

Apartamento nuevo, decorado con mucho gusto. Vale la pena pedir el desayuno casero. Los dueños muy amables.

Se alojó en agosto de 2024

El único pero y siendo muy tiquismiquis es que la luz de emergencia de la habitacion brilla mucho por la noche y molesta.

Hotel encantador e ideal para los que buscan tranquilidad y naturaleza. La habitación que ocupamos nosotros era espaciosa, con buenas camas, amplia ducha y unas vistas preciosas a la montaña. Luis y Marta son muy amables y preparan unos desayunos deliciosos y generosos en los que no falta de nada, dulce y salado, incluidos panes que elaboran en casa. Desde el hotel se pueden hacer rutas de senderismo entre bosques de hayas y robledales de gran belleza, así como rutas en bici. A tener en cuenta que el único restaurante del pueblo cierra por la noche, asi que hay que desplazarse si se quiere cenar fuera o comprar algo de comida y picar en las mesas que hay en la terraza si hace buen tiempo, en el hotel no dan comidas ni cenas.

Se alojó en agosto de 2024

No había cobertura de móvil, y aquello está muy aislado.

El deayuno y la paz reinante.

Se alojó en julio de 2024

La amabilidad del propietario, situado en un entorno inmejorable rodeado de naturaleza , ideal para desconectar. Desayuno fantástico. Instalaciones muy limpias, camas cómodas , muy confortable. Sin duda , volveríamos.

Se alojó en julio de 2024

El acceso por pista puede resultar complicado con mal tiempo.

La tranquilidad del sitio, en un entorno natural.

Se alojó en junio de 2024

Nos encantó todo (la ubicación maravillosa, las instalaciones, el desayuno espectacular y el trato que dan los dueños Luis y Marta)

Se alojó en mayo de 2024

Todo estuvo bien

Pasamos una noche en la casa y los alrededores son preciosos, el desayuno excepcional y la casa muy bonita. El dueño fue super majo, atento e hizo todo muy fácil. Lugar super recomendable para desconectar unos días.

Se alojó en mayo de 2024

El apartamento estaba equipado con todo. Incluso algunos juguetes para nuestro bebé. La cama era cómoda

Se alojó en marzo de 2024

Aunque a nosotros no nos importó en absoluto, es posible que a alguien le pueda interesar saber: para ir a cenar (a menos que ya tengas algo) tendrás que ir en coche, y en caso de ir a Lekunberri, son unos 20 minutos de trayecto en una carretera con muchas curvas hasta llegar a la autovía. También hay otras opciones como las ventas en distintos pueblos, pero siempre es necesario desplazarse en coche. Como pequeña pega, que a la noche pasamos un poco de calor y no supimos bajar el termostato (culpa nuestra, teníamos que haber preguntado...).

En Mokorroko encontramos lo que buscábamos: tranquilidad y naturaleza. Es un lugar con mucho encanto situado en un entorno mágico, rodeado de prados y bosques. Desde la ventana de la habitación únicamente se ve a lo lejos una borda, probablemente, con mucha historia. También se ven algunas ovejas y vacas pastando tranquilamente. El sonido de los pájaros y el viento en los árboles no tiene desperdicio. Las habitaciones son sencillas, con lo necesario. Con mucha amplitud y luz. Nuestra perrita Ilargi estuvo feliz, aunque nos hizo muy mal tiempo y no pudo disfrutar del espacio exterior tanto como le hubiera gustado. Y no nos podemos olvidar de Luis, que nos trato con amabilidad y mucho cariño. ¡Y qué desayunos prepara! Merece la pena comenzar el día (aunque sea lluvioso) con lo que nos puso sobre la mesa y mirando por esa maravillosa ventana. El pan que hace en casa... eso sí que es pan. En el mismo pueblo de Etxaleku, hay un Ostatu donde seguro que se come de lujo, no lo reservamos con tiempo y nos quedamos sin probarlo porque al ser Semana Santa estaba a tope (seguro que volveremos). El trato de allí también fue de 10 y el espacio es un viaje en el tiempo.

Se alojó en abril de 2024

Nada, literalmente es todo perfecto.

Los dueños son muy simpaticos y te hacen sentir como en casa, ademas de estar siempre dispuestos a ayudar. El apartamento super limpio, comodo y funcional. Es perfecto.

Se alojó en marzo de 2024

El agua de la ducha no salía caliente y el agua tenia poca fuerza.

Calidad- precio y que habia todo tipo de utensilios!

Se alojó en marzo de 2024

Todo me gustó

El desayuno muy completo y de muy buena calidad. Hacen ellos el pan y los bizcochos. La atención recibida por parte de Luís, un diez! Súper amable y muy cercano.

Se alojó en diciembre de 2023

Todo nos pareció perfecto.

La localización, la tranquilidad y la paz que se respira. Es el sitio ideal para desconectar y descansar.

Se alojó en diciembre de 2023

Las instalaciones y el entorno

Se alojó en noviembre de 2023

Desayuno buenísimo

Se alojó en octubre de 2023

Tener que irnos de alli

Todo! Es muy difícil seleccionar lo que más nos gustó. El trato desde el primer momento hasta que nos fuimos fue excepcional, se nota cuando la gente disfruta con lo que hacen. El sitio un privilegio estar alojados ahí, tranquilidad y desconexion son su fuerte, rodeados de naturaleza, animales y silencio. La habitación estaba espléndidamente preparada con todo tipo de utensilios en la cocina donde no faltaba detalle. E íbamos con una bebé de 9 meses, y nos tenían preparado todo para que la bebé estuviese cómoda, incluso nos habían dejado unos juguetes.

Se alojó en octubre de 2023