El Palmira Hostel está situado en el antiguo edificio de la embajada de Ecuador, frente a la embajada de Francia y a 400 metros de la embajada de Estados Unidos.
Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
Me encanto el lugar, muy limpio y sobre todo me sentí como en casa. Fácil de llegar, cocina espaciosa para preparar alimentos y lugares de comida cercanos para salir a disfrutar fuera del hostal
La ubicación es buena especialmente para trasladarse a Valle de Angeles y Santa Lucía. El lugar tiene una bonita terraza, hay centros comerciales cerca del hostel.
La ubicación y la atención. El hostal está ubicado en una zona donde es posible caminar de manera segura, se consiguen restaurantes cercanos y Malls. La atención del personal es muy buena, son atentos, dispuestos a ayudar y prestar asesoría.
Nos hospedamos con mi esposo, el lugar está muy cerca de la embajada americana, fue conveniente porque pudimos dejar el vehículo en el hostel y caminar hacia la embajada. También restaurantes cercanos y una amplia cocina bien equipada. El personal amable, solo la cama estaba un poco incómoda, el colchón estaba como inclinado y por eso no pude dormir bien. También que éramos dos personas y solo nos pusieron una toalla. Por lo demás todo bien, muy limpio, agua caliente y buen precio.
La amabilidad de su personal la limpieza y la ubicación, en una zona bastante segura (no lejos de la Embajada/Consulado de los Estados Unidos), es lo que más me gustó, además de la estructura de la casa, acomodada para brindar una estadía placentera, incluyendo terraza. Es uno de los mejores hostales en los que me he quedado y aunque no conocí "el anexo" supongo que es igual de bueno. Cuando vuelva a Tegucigalpa, me hospedaré allí otra vez.
Además de estar ubicado en una zona relativamente segura (no lejos de la Embajada/Consulado de los Estados Unidos), lo que más me gustó fue la limpieza y estructura de la casa, acomodada para brindar una estadía placentera. El personal, de lo mejor, todos muy atentos a resolver cualquier duda y dar sugerencias. Es uno de los mejores hostales en los que me he quedado. La próxima vez que regrese a Tegucigalpa, me volveré a hospedar allí.
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